No todo parece lo que es...

Me conecto tan solo unos minutos para contarles una experiencia muy enriquecedora, voy a misa de 8,30 con el niño y llegando a la iglesia, me interpela la mujer de siempre; ¿cuándo vais a venir a mi casa a ver las plantas? me has dicho que te gustan mucho y tengo unas preciosas que te van a gustar.  Esta señora no tan mayor, no creo que pase de los 65 años,  es de misa diaria, de apariencia muy humilde, dice que mientras lleve el cabello limpio y con tinte, es suficiente que no le hace falta ir de copete de peluquería, de vestimenta muy  sencilla, no ostenta nada, no lleva nada superfluo, no lleva ropa ni calzado de marca, no lleva pintura en la cara, va y viene andando, muy despacito,tiene problemas en la piernas que le impiden andar bien.

Hoy accedí, (la verdad, mas por vergüenza que por deseo) y dije vamos a ver las plantas, no se equivocó, muchas de ellas tropicales, que hermosas todas. Pero, cuántas ganas tenía de hablar, la noble mujer, con lo que yo suelo hablar, no pude creer que me quedara callada tanto tiempo,  que bagaje de experiencias, que bagaje intelectual, madre de 5 profesionales con estudios superiores de máster y doctorado, que manejan mas de dos o tres idiomas, su casa, de apariencia normal en su fachada, resulta ser un palacio moderno en su interior, diseñada por ella misma; galerías, cocina de lujo, con vista la piscina, (yo creo que mi piso entero entra en la cocina), dormitorios enormes con ventanales amplios para dejar pasar torrente de luz, salón principal, donde cómodamente pueden comer 20 personas, salita de estar, patio interior, jardín exterior con salida a una enorme piscina con jacuzzi, una cochera subterránea donde pueden aparcar siete coches, en fin todo un lujo de morada.

Comenzó diciéndome que su vida, no fue siempre, color de rosas, que trabajó muy duro al lado de su marido, quién  comenzó a trabajar como camarero en un bar, para dar de comer a sus cinco hijos, pero, lo que, mas me conmovió, ha sido cuando me ha dicho: "no si se me lo creerás o no, pero en mi interior muy hondo, nunca deseé poseer nada material, mi ardua  lucha diaria nunca tenía esa intención,  solo pedía a Dios, estar muy cerca de El siempre, y educar así a mis hijos, en la piedad y en el temor de Dios en la cual,  fui educada, esta casa fue un regalo de mis hijos hace 12 años".

Me hizo ver, que ella viajaba por la vida ligera de equipaje, me dijo que en parte el problema de la crisis actual es que queremos vivir cargados de equipaje que no merece la pena, causándonos tensión innecesaria, según se modo de ver, promovido por el afán desmedido del hombre de querer sobresalir, de no querer ser menos que nadie, de recompensar lo que en su día no tuvieron (como si eso hubiese sido un pecado), el que dirán, el querer lucir.

Por otro lado, de los hijos hablaba muy orgullosa y sin remordimiento alguno por el sacrificio, del cual, los tuvo que hacer partícipes desde muy pequeños, me comentaba, que estudiaban por las mañana y tarde, luego un rato de juego y el resto de horas a ayudar en el negocio familiar, terminaban muy cansados sin tiempo para pensar en tonterías. Me aconsejó que aplicara la misma disciplina a mi hijo desde pequeño, el trabajo constante, desde pequeño, les hace ser disciplinados, fuertes, audaces, eso si, un trabajo a su medida, pero sin lastimeras, un día tras otro, y que los mueva el deseo de querer ayudar a sus padres sin esperar recompensas materiales.

Entre chachara y chachara , yo no le quitaba el ojo al  niño, no fuera a tirar algo, pero ella constantemente me regañaba, en una ocasión me dijo, las cosas son para usarse, me siento mas contenta que las usen y las gasten en uso y que no las desgaste el desolado polvo del tiempo, la indiferencia y el olvido.

En fin, mañana tenemos piscina si Dios quiere!!!.

Gracias Isabel, por dejarnos entrar a tu morada, si .... a esa......  a esa tan fascinante y tan bien cultivada que llevas dentro de ti... "tu alma".

Un abrazo,