Equipo multicolor

De paseo por el  parque, dejo al niño subiendo al tobogán, mientras saludo a una amiga, en breves minutos, el niño se escapa de mi vista, dando vueltas y siguiendo con la mirada todos los espacios del área infantil, lo encuentro jugando al fútbol en el descampado contiguo.

La verdad, me causó mucha gracia, mirar el equipo multicolor que se presentaba ante mis ojos: un ecuatoriano, un colombiano, dos rumanos, tres españoles y un marroquí, éste último me dio la impresión de tener poco tiempo en España, porque, no hablaba castellano; que bien se la pasaron, como corrían detrás del balón, como se entendían, como se animaban unos a otros;  mi chiquitín era el más peque de todos, pero enseguida me di cuenta que tampoco la edad, resultó ser motivo para dejar pasar un momento divertido.

Esa pequeña acción, me hizo reflexionar sobre los prejuicios, prototipos o rollos que muchas veces, nos hacemos los adultos en la cabeza (a veces con razón, pero otras muchas mas sin razón), y que a medida que crecemos, le vamos dejando mas hueco.   Cuánta preocupación por "el que dirán", qué van a decir, y si no hablo bien, y si no me comprenden,  y si no soy de su gusto y si no estoy preparado, y si me canso, y si no me gusta, y si me fastidian la vida, y si me comprometen, y si me engañan, si me equivoco, y si me miran mal y si no les caigo bien, y si se enfadan, y si no me aceptan y un largo y indefinido "y si...".

¿Por qué cuando se trata de participar de acciones nobles, de ayuda humanitaria, de caridad, de medios de formación humana o cristiana, actividades que ennoblecen el alma,  le damos tanto vueltas a la cabeza con tantos rollos y prejuicios, y luego nos dejamos llevar tan fácilmente del consumismo desenfrenado,  vicios, malos hábitos, hedonismo, caprichos, etc ?

¿No te has puesto a pensar de que algunas veces, la causa de "no pasarla verdaderamente bien en la vida" es por algunos de esos prejuicios que tenemos en la cabeza?

Un abrazo,