sábado, 14 de mayo de 2011

Educación de los hijos

Hace días me llegó este e-mail, que no tiene nada de desperdicio, lo ha escrito la madrina de mi niño, y se trata de una respuesta a otro que le había enviado. Es un ejemplo a seguir, me habla desde la gran base de su experiencia como mujer, hija, hermana de nueve, esposa, madre de tres, amiga, tía, sobrina, prima y trabajadora: (yo ya lo he leído al menos unas cuatro veces)


... "Hay que transmitir a los hijos respeto y educación, valores que para mi generación eran básicos y que ahora veo que muchos jóvenes no conocen. Ese respeto empezaba en la familia y se hacia extensivo a toda persona con la que pudiéramos relacionarnos. La  educación también se aprendía en casa. El ceder el paso o el asiento a las personas mayores, hoy dia es una estupidez que no se tiene en cuenta. El Vd. Como inicio de una conversación con personas mayores hoy no se respeta. Si esa persona te autorizaba a tutearle entonces se iniciaba una conversación más cercana.
Todo esto, por lo que observo hoy día, no se tiene en cuenta y los jóvenes, incluidos mis hijos, no le encuentran sentido.
Pero en el terreno mas personal de la pareja creo que estos dos conceptos son básicos, siempre que no se conviertan en sumisión. La reciprocidad es muy importante y los hijos deben aprender a recibir tanto como a dar. No se obtiene nada si no se da. La colaboración en las tareas del hogar, no nos engañemos sigue siendo una utopia. Todavía hay tareas que los hombres dan por hecho que son exclusivas de las mujeres y por lo tanto les cuesta asumir como propias.
Sin gritos ni falta de respeto se puede discutir, si entendemos como discusión que puede haber varios puntos de vista sobre un mismo tema. A los hijos pienso que hay que enseñarles a admitir que hay formas de pensar diferentes y tienen que aceptarlo. Se puede discutir siempre que la finalidad perseguida sea la de conocer al otro y aceptar su diferencia, con la suficiente humildad para reconocer o aceptar que podemos estar equivocados si los argumentos  de la otra parte son razonables. Un debate sano e igualitario fortalece a las personas y les ayuda a madurar y a reflexionar sobre sus ideas o conceptos. Eso es la evolución.
Yo me equivoco muchas veces y no siempre lo reconozco. Cuando le doy una voz a mis hijos porque el cansancio o el stress me superan, les pido disculpas después y hablo con ellos de la situación que me ha llevado a comportarme así. A nadie nos gusta que nos den voces o nos contesten mal, pero no somos perfectos y no siempre nos comportamos como debemos.
En resumen  que veo que me estoy liando no podemos comportarnos siempre como se supone que debemos hacerlo, pero si podemos tener la humildad suficiente para rectificar y pedir perdón. El dialogo es lo más importante y cuando no existe es cuando surgen los problemas".


¡Espero seguir su ejemplo con la gracia de Dios! 

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2 comentarios:

  1. Es cierto la educación inicia en casa, aun recuerdo la firmeza de mi madre a la hora de decirme porque me convenía hacer las cosas de esta u otra forma. A los padres de esta generación les falta madera, compromiso, ser mujeres y hombres de una sola pieza. Lo que es si Si y lo que no No. Un abrazo Mary gracias por compartir este artículo.

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  2. Gracias a ti Nerva, por tu aporte.

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Gracias por tu comentario.