El Poder de las Palabras
Cuentan que el fabulista Esopo estuvo un tiempo al servicio de Xantu. Un día, lo envió al mercado a que comprara lo mejor que hallara. Esopo fue y compró una lengua.
-¿Eso es lo mejor que encontraste?
-Sí, con la lengua podemos expresar amor, verdad, alabanza, ánimo... La lengua permite a los hombres comunicarse, entenderse.
Pasado un tiempo, el patrón volvió a enviar a Esopo al mercado y le pidió que, en esta oportunidad, le trajera lo peor que pudiera encontrar. Esopo fue y volvió con otra lengua.
-¿Eso es lo peor que encontraste?
- Sin duda. Con la lengua podemos calumniar, mentir, ofender, chismear, injuriar.
Las palabras son como seres vivos, capaces de hacer reír o llorar, de hundir o levantar, de aturdir o sublimar.
No hay duda de que, si algunas personas se mordieran la lengua, se envenenarían.